México pose una larga herencia de personajes y hechos que han contribuido a la construcción de la ciencia y el desarrollo de sus habitantes desde la época prehispánica. Conocer lo que lograron nuestros antepasados, es también reconocer el valor que su trabajo representaba en su momento, y al mismo tiempo, darle su lugar en el universo del conocimiento que ha contribuido a lo que hoy somos como país.
Lo siguiente es solo una pequeña muestra de algunas de las aportaciones más relevantes que en diferentes áreas del conocimiento contribuyeron nuestros antepasados. Esperamos que esto te anime a conocer nuestras zonas arqueológicas, a entender algunas viejas costumbres, tradiciones y sobre todo a moverte de tu asiento, para salir y descubrir MÉXICO.
1. Eran GRANDES Arquitectos.
Muchos de los monumentales complejos habitacionales y religiosos de las antiguas culturas de México, por ejemplo Paquimé, Chihuahua, contaban con eficientes sistemas de almacenamiento y dsitrubución de agua como canales, acequias y diques. Otras obras de ingenieria hidráulica tenían como fin principal proteger las poblaciones, como el abarradón de Nezahualcóyotl, que evitaba que las aguas del Lago de Texcoco inundaran Tenochtitlán. Algunas ciudades prehispánicas tenían también una vasta y eficiente red de calzadas y caminos.
2. Crearon OBRAS MAESTRAS de la Ingenieria.
Fundar ciudades, erigir pirámides, tender calzadas y caminos. Atrapar las aguas y decidir nuevos rumbos y destinos a los ríos. Dominar el paisaje y modificar su orografía. Abrir las entrañas a la tierra para arrancarle sus tesoros y fluidos. Multiplicar nuestros sentidos. Acercarnos y comunicarnos. Reducir el tiempo y la distancia. Nutrir nuestras insaciables necesidades de energía. Hacer dulces y tibios los hogares. Innumerables ingenios que ha aportado bienestar a nuestra vida.
3. Fueron pioneros en la MEDICINA.
Foto Ilucompartida
La mejor manera de estar vivo es estar sano. La salud es el ingrediente básico de todo bienestar. La medicina, a veces preventiva y a veces curativa, representa en todos sus aspectos el medio para conservar la salud. Y para tal efecto los mexicanos recurrimos a los remedios y curaciones naturales, o bien hasta los medicamentos más elaborados y los tratamientos con procedimientos y técnicas que nunca dejan de perfeccionarse. La medicina mexicana ha sido primordial en muchos campos y en todas las épocas.
Por medio de la observación y la experimentación, las culturas mesoamericanas descubrieron las propiedades medicinales y curativas de muchas plantas, las cuales utilizaron para emplastos, pócimas, ungüentos, baños, sahumerizaciones y vaporizaciones. También tenían curas para heridas, trataban fracturas y realizaban cirugías menores. Durante el reinado de Moctezuma se construyó el Oaxtepec un jardín donde se cultivaron, conservaron y clasificaron las especies vegetales más importantes.
4. Eran Matemáticos de un mundo INFINITO.
Más que una ciencia, las matemáticas constituyen lenguajes de amplia riqueza e invaluable utilidad para plantear y entender el sinfín de preguntas que nos hacemos en todas las áreas del conocimiento, desde las disciplinas naturales hasta las ciencias sociales. El pensamiento matemático del ser humano y su capacidad de generar conocimientos y transmitirlos a sus congéneres, le ha permitido su explosivo desarrollo en el planeta.
Nuestros antepasados desarrollaron conocimientos muy avanzados en matemáticas. Además de contar con un sistema de numeración vigesimal (base 20), es probable que los olmecas hayan inventado el símbolo para representar el cero o terminación de una cantidad, aunque la historia registra a los mayas como creadores de este símbolo. ¿Interesante no?.
5. Les bastaba mirar al Cielo para entender el UNIVERSO.
Observatorio de Chichen Itzá, Yucatán
A veces con el ojo desnudo y en ocasiones a través de los inventos más delicados y poderosos, pero siempre hemos volteado hacia los cielos con la mirada fascinada, a la caza de objetos inimaginables que nos cuenten lo que somos y por qué estamos en el universo. En esa búsqueda hemos descubierto lunas y planetas, estrellas, galaxias y comentas, infinidad de criaturas cósmicas. Pero también nos hemos sumergido en un cada vez mayor y oscuro espacio igualmente plagado de misterios en espera de respuesta.
La observación constante del cielo fue una actividad primordial en todas las culturas de Mesoamérica. Tras siglos de estudiar y registrar el viaje de estrellas, planetas y constelaciones a través del cielo, nuestros astrónomos lograron calcular la duración del año solar y elaborar calendarios muy precisos – el de los mayas constaba de 365.2422 días. También conocían los tiempos que tardan la Luna, Venus, Marte, Júpiter y Saturno en dar una vuelta alrededor del Sol, y llegaron a predecir eclipses.
6. Desmenuzaban el MUNDO con la Química.
Sin el papel y los pigmentos ya eran utilizados en nuestra cultura prehispánica.
La Química es una disciplina con profundas aplicaciones en todos los aspectos de la historia del desarrollo humano. Sus estudios han permitido extraer los componentes básicos que se usan en cualquier campo que se mire: en la farmacéutica y la medicina, en la agricultura y la alimentación, en la minería y la metalurgia, en todo tipo de procesos y facetas de la industria Y hasta en la protección del ambiente. La química compone cada mínimo rincón de nuestro entorno.
Antes de la llegada de los españoles las culturas prehispánicas contaban con amplios conocimientos químicos. Lograron producir pegamentos, jabones, papel y pigmentos. asimismo, los antiguos pobladores de México idearon técnicas para obtener sacarosa del maíz, elaborar productos de caucho y separar el cloruro del sodio del carbonato y del bicarbonato.
7. Sabían que la naturaleza era RIQUEZA.
Vivimos en un país megadiverso, un rincón del mundo donde la vida se manifiesta con toda su riqueza. Animales, vegetales, hongos y microorganismos construyen variados ambientes con una gama infinita de rasgos y comportamientos. Conocer cada vez más profundamente tal riqueza no sólo llena de color nuestra existencia, también nos hace vernos en el espejo cotidiano de la sorpresa, porque siendo todos solitarios seres individuales, somos todos trozos de naturaleza.
La próxima vez que visites una zona arqueológica, deja de llamarla “ruinas”. Son verdaderos tesoros que representan el conocimiento de grandes civilizaciones, que lejos de haber desaparecido, siguen presentes en nuestras vidas, la vemos en nuestra mesa, en nuestras costumbres o tradiciones y hasta en nuestra propia sangre. ¡Vive México!.
Con información de Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Tecnología
