Uno de las tradiciones más conocidas de Chiapas, es el baile de Los Parachicos de la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo. Cada año del 9 al 23 de Enero se celebra en el Pueblo de Chiapa de Corzo una fiesta en honor a Nuestro Señor de Esquipulas, San Antonio Abad y San Sebastián.
Esta Fiesta Grande se lleva a cabo en un ambiente lleno de música, danza, artesanías, comida, eventos religiosos y por su puesto también incluye mucha diversión.
Historia de los Parachicos
Según cuenta la leyenda el baile de los parachicos surgió debido a que que una mujer que buscaba una cura para su hijo enfermo, luego de visitar a médicos y curanderos no la consiguió. Entonces se decidió a visitar Chiapas, ya que alguien le dijo que aquí encontraría la anhelada cura para su hijo.
Su hijo por fin encontró alivio y cura. Pero la mujer cayo en la cuenta de que al pueblo donde había llegado la gente era muy humilde y trato de compensar su ayuda repartiendo comida y víveres. Esto causo mucha alegría entre los habitantes que bailaron alrededor del niño, que para no asustarlo y parecer como “blancos” ante los ojos del niño se disfrazaron y pintaron.
Cuando los bailarines recibían los regalos de Doña María de Angulo, – supuesto nombre de la mujer – esta decía “para el chico”, palabras que los indígenas convirtieron en “Parachico“.
Realmente no hay datos sobre el origen de esta leyenda, pero este relato ha perdurado a lo largo de generaciones en la memoria de los Chiapacorceños.
Fiesta Grande de Chiapa de Corzo
Se calcula que poco más de la mitad de la población de Chiapa de Corzo sale a las calles a bailar disfrazado. Es tal la cantidad de parachicos que son dirigidos por un patrón que se distingue de los demás ya que su máscara tiene una expresión severa, una guitarra y un látigo, además toca la flauta durante sus recorridos por las calles acompañado de dos tamborileros.
La Fiesta inicia el día 9 de Enero, que es cuando los jóvenes se disfrazan de mujeres “Chuntá” y recorren las calles con faldas, sombreros y maquillados llevando canastas con figuras de papel y bailando al son de los tambores. La costumbre de vestirse de mujer según se dice, es en honor a las mujeres que acompañaron a la señora de Angulo.
Unos días después el 13 de Enero, se lleva a cabo una velación con ramas adornadas y estas mismas se llevan como ofrenda el día 14 durante la madrugada al barrio de San Jacinto y al Señor de Esquipulas donde la música de la marimba da la pauta para que los cuetes empiecen a tronar en el cielo de Chiapa de Corzo.
Al día siguiente los parachicos hacen su aparición luciendo cabelleras rúbias, máscaras que imitan las facciones de un español. Niños y adultos participan en esta fiesta que se trnsmite de generación en generación. Los niños imitan los movimientos de los adultos y así van aprendiendo las técnicas del baile e incluso el de la fabricación de las máscaras.
El último día de la Fiesta Grande tiene lugar una misa de despedida. Todos hacen una valla para el paso a la imágen de San Sebastián, es entonces cuando los parachivos vuelven a hacer acto de presencia, llegan al altar para bailar en silencio y después arrodillarse, pero en un instante la música, los vivas, los sarapes multicolores y las máscaras vuelven a hacer de este ritual un mundo mágico.
Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO
La danza de los Parachicos desde 2010 es considerada como Patrimonio Cultural Material por la UNICEF. Dicen los Chiapacorceños que un parachico no se hace, se nace. Para ellos más que una simple tradición es una forma de vida, pues es algo que tienen arraigado en su familia, sociedad y por consecuencia forma parte importante entre sus actividades. Algo que sin duda algún día tendremos que conocer.
