Dicen que los mejores momentos de la vida se deben celebrar con vino y más vale que sea un buen vino, como los de las siguientes bodegas y casas productoras de vino mexicanas, ubicadas en el Valle de Guadalupe, a 30 km de la ciudad de Ensenada, en la península de Baja California.
Un paseo por sus viñedos hasta sus bodegas de fermentación y producción, te lleva a conocer el exquisito mundo del vino en esta región única de México que gracias a su geografía y condiciones climáticas –muy parecidas a las del suroeste francés- se logra el punto exacto de maduración que requiere una uva para un buen vino, por eso y por la tecnología aplicada en sus sistemas de producción, se consiguen estos vinos mexicanos que debes no solo conocer ¡sino catar!
1. Monte Xanic
Disfruta del vino en la terraza de la casa Monte Xanic, desde donde tendrás una magnífica vista del viñedo y del Valle de Guadalupe. El recorrido comienza en la barra de degustación como bienvenida al proceso de producción, luego se visita la sala de fermentación para ver cómo se recibe la uva en tiempo de cosecha, se macera y se fermenta en tanques de acero inoxidable.
Hay una enoteca con la historia de las diferentes añadas y la colección privada de la vinícola. Luego se llega al lugar del embotellado y etiquetado y por último, se visita la cava subterránea para ser testigo del añejamiento del vino, momento especial para descorchar un vino.
Como ellos mismos lo dicen, “Monte Xanic existe para descubrir la experiencia de la pasión hecha vino”, porque esta bodega tiene como fin elaborar el mejor vino mexicano, respetando la tradición vinícola y el uso de la tecnología de punta en su proceso. Esto tienes que corroborarlo, está abierto diario a excepción del primer fin de semana de agosto y las fechas festivas de diciembre y año nuevo. Checa su reglamento de acceso.
2. Bodegas Santo Tomás, ¡vino y chocolate!
Ni cómo explicar estos dos placeres… Una delicada y exquisita fusión para complacer a los sentidos. Para los vinos más emblemáticos de esta que es una de las bodegas vinícolas más antiguas del Estado, se diseñaron varios tipos de chocolates con características específicas para cada uno, con el fin de hacer algo así como un tipo de “maridaje”, por ejemplo para el vino Barbera se diseñó un chocolate macizo con 52.6% de cacao, para aligerar su acidez y dejar el sabor prolongado a cacao.
Para los vinos blancos Chardonnay se elaboró un chocolate blanco con delicados toques de nuez, y lo mismo para los Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah y Tempranillo, definitivamente todo un deleite que te tienes que dar. Además de los vinos, Bodegas Santo Tomás también produce aceites de oliva extra virgen. Hay diferentes tipos de recorridos por estas bodegas, de acuerdo a tus intereses, tiempo y preferencias.
3. L.A. Cetto Valle de Guadalupe
Esta casa vinícola cuenta con varias zonas de viñedos, el ubicado en el Valle de Guadalupe es uno de los más conocidos y visitados, el cual fue construido en 1977 gracias a la fusión con Pedro Domecq. Un década antes, en los sesenta comenzó la plantación comercial de uvas (Cabernet Sauvignon, Zinfandel, Petite Sirah, Nebbiolo, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Chenin Blanc), con el objetivo de producir los mejores vinos, modernizando sus sistemas de producción y tecnología.
Luego de que su precursor Don Angelo Cetto iniciara el negocio con una vinatería en Ensenada en 1926, hoy L.A. Cetto tiene 88 años en el mercado mexicano e internacional pues exporta vino a más de 27 países. ¡Un sitio que debes visitar si quieres conocer lo mejor en uvas y sus varietales!
4. Chateau Camou
En el corazón del Valle de Guadalupe, la influencia francesa en el cultivo de estos vinos es evidente, se observa y controla la densidad de población de las cepas plantadas por hectárea, la orientación de los viñedos, los sistemas de cultivo, poda y abono, entre otros, con el objetivo de favorecer cosechas de mejor calidad.
Es uno de los sitios imperdibles porque tiene una bella cava estilo misional del siglo XIX, su producción anual es de 15,000 cajas de vino con un viñedo de 37 hectáreas donde se realiza el tradicional estilo de producción de vino, desde la recolección de la uva a mano, hasta la fermentación en barriles nuevos de roble francés las uvas blancas y las rojas, en tanques de acero inoxidable. Muchos de sus vinos han sido acreedores de reconocimientos tanto en México como en el extranjero.
5. Barón Balch’e
Un lugar abierto para catas y maridajes, cenas y eventos sociales. Expertos productores de vino que saben decidir el mejor momento de la recolección de la uva, fundamental al tener claro el objetivo que se quiere seguir a la hora de transformar el fruto en vino.
Una de las etapas del proceso de vinificación es el despalillado de uva, que consiste en separar la uva del raspón o escobajo que es la estructura herbácea del racimo.
En fin esto y mucho más descubrirás en este lugar donde desde luego, las cavas de degustación de Balch’e son obligatorias, ofrecen una variedad de vinos clasificados como línea joven, línea media y línea Premium, cada una con sus diferentes cosechas.
A Barón Balch’e puedes llegar desde Tecate o La Misión, está abierto todos los días de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.
6. Adobe Guadalupe
Este es un hermoso lugar inspirado por la arquitectura iraní con algunos detalles mexicanos en su interior y toques de arte en espacios específicos como la cava. Está rodeado por 20 hectáreas de viñedos donde se producen las uvas Cabernet Sauvignon, Merlot, Nebbiolo, Tempranillo, Malbec por nombrar algunas. Obtuvo sus primeros vinos en el año 2000: Uriel, Gabriel, Serafiel, Miguel, Kerubiel, Rafael y Jardín Secreto y desde entonces, produce más de 7,000 cajas de vino al año.
Aquí la pasarás muy bien porque vivirás una experiencia acompañada por supuesto del vino (degustaciones), alta cocina y actividades como paseos a caballo, piscina, jacuzzi, masajes y además hay área para eventos especiales, jardines y bellos atardeceres. Si quieres darte un lujo y deseas quedarte aquí, tiene seis exclusivas y lujosas habitaciones y una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, donde cada año se reúne la gente del lugar para venerarla, cantarle y rezarle.
El Museo de la Vid y el Vino
Este recinto también hay que incluirlo como parada obligada durante tu ruta si deseas conocer la historia de la industria vinícola de la zona de mayor producción de vinos en México. Hay tours guiados para adentrarte en el mundo del vino, área para eventos sociales, talleres y conferencias, un bazar de productos regionales y por supuesto, debes probar ¡el vino de la casa! Está abierto de martes a domingo hasta las 5:00 p.m.
Cómo verás la ruta del vino en el Valle de Guadalupe es toda una experiencia, esta pequeña “probadita” solo es el inicio de la aventura vinícola que te espera. No te pierdas las Fiestas de la Vendimia, un suceso relevante de la vitivinicultura mexicana. Y aprovecha para visitar sobre esta misma ruta, el Centro Artesanal, las Aguas Termales y las cascadas del Arroyo de Guadalupe, así como otros viñedos de menor tamaño, diferentes alternativas de restaurantes y hoteles, en su mayoría pequeños con servicios personalizados.
¿Vamos por una copa de vino?
