La Universidad Nacional Autónoma de México es la institución educativa de mayor prestigio en Iberoamérica, todo un orgullo de nuestro país. Si aún no la conoces o deseas saber más acerca de ella, te invito a dar un paseo por Ciudad Universitaria, un sitio de recreación, deporte, cultura y educación sin precedentes.
Un poco de historia.
La UNAM (por sus siglas) se fundó el 21 de septiembre en 1551 con el nombre de la Real y Pontificia Universidad de México, aunque fue en 1910 cuando obtuvo su nombre actual y la autonomía de los poderes gubernamentales. De acuerdo con la página oficial, cuenta con 15 facultades, sin contar los planteles educativos de bachillerato, posgrado y otras ofertas académicas.
Cada año se inscriben más de 300 mil alumnos en todos los niveles y carreras universitarias provenientes de todo el país y el extranjero. Como dato curioso, ¿sabías que el escritor novohispano Juan Ruiz de Alarcón fue egresado de esta universidad?
Con un territorio de 730 hectáreas en el sur de la ciudad, donde la vegetación y los espacios deportivos predominan y te hacen perder el aliento, este campus es uno de los más grandes y hermosos de México. Además de ser un lugar abierto a todo público, puedes disfrutar de las actividades al aire libre o rodear todo el circuito universitario para comunicarte hacia las avenida Insurgentes, el Imán y otras. Pero ¡cuidado! Si no conoces bien, podrías perderte. Así de inmenso es.
En junio de 2007, Ciudad Universitaria fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y, no por nada, es uno de los rincones favoritos de los habitantes y visitantes del Distrito Federal, pues también alberga una de las reservas ecológicas más grandes de la capital.
Qué visitar
Torre de Rectoría
Si vienes en auto o transporte público por la avenida Insurgentes, te impactará la vista de la Torre de Rectoría de 59 metros de altura, edificio emblemático que ha sido testigo de varios hechos históricos, como el paro estudiantil de 1968 y cuyo costado es custodiado por el mural que el artista mexicano David Alfaro Siqueiros pintó en 1952. No creerás cuánta historia y ecos guarda el cuadrante, es maravillosa la sensación de pararte y observar con atención cada detalle.
Biblioteca Central
Si volteas la mirada un poco más, te encontrarás con el hermoso recinto que constituye la Biblioteca Central, que abrió sus puertas en 1956 y cuya obra y murales estuvieron a cargo del arquitecto y pintor Juan O’Gorman, conocido también por erigir la casa-estudio de Diego Rivera en el barrio de San Ángel. Un punto perfecto para inspeccionar por horas, descubrir nuevas figuras y contagiarte del ambiente universitario que hay alrededor, en las famosas “islas”.
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Islas Universitarias
Las Islas universitarias son las infinitas áreas verdes que están en medio de estos edificios y que también son rodeadas por las facultades de Filosofía y Letras y Arquitectura, así como el Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA) y mucho más.
Los fines de semana este sitio se convierte en un espacio multicultural lleno de gente de todo tipo, edad, raza, estrato social y ocupación. Se escucha la algarabía por doquier y no es extraño ver a cientos de personas paseando a sus mascotas, recorriendo el cuadrante en bicicleta, patines o simplemente aprovechar el tiempo para correr, jugar futbol o sentarse a disfrutar del panorama. Es maravilloso tener un espacio público tan rico y vasto como éste.
En esta zona el Instituto de Astronomía de la UNAM organiza la “Noche de las Estrellas” una vez al año, en la que todo el público, tanto estudiantes como externos, pueden acudir a conocer más sobre el Universo, ver las estrellas o la Luna por los telescopios de aficionados y hasta comprar el propio si así lo deseas. Hay talleres, conferencias y hasta “toquines” de música para todos los gustos.
Las Ofrendas del Día de Muertos
En noviembre, como ya es costumbre, se organizan las ofrendas por motivo del Día de Muertos, en las que todos los alumnos y docentes participan y logran un trabajo en equipo espectacular, de acuerdo con la temática elegida para cada año. Frida Kahlo, Edgar Allan Poe y muchos personajes más han sido homenajeados con altares cada vez más grandes y coloridos.
¿Quieres más? Entonces del otro lado de la gran avenida Insurgentes (una de las más largas de América Latina), se yergue el Estadio Olímpico Universitario, concluido en 1952 por los arquitectos Augusto Pérez Palacios y Jorge Bravo y cuyo primer torneo oficial fueron los Juegos Juveniles Nacionales ese mismo año.
Su construcción es casi en su totalidad de roca volcánica, material que abunda en el sur del Distrito Federal y fue testigo clave de los Juegos Olímpicos de 1968 que se realizaron en la Ciudad de México. Lo más llamativo es, sin duda, el mural de Diego Rivera que enmarca su vista, así como el escudo de la universidad.
El Estadio Olímpico
Cada fin de semana, los aficionados y las porras del equipo Pumas llenan de color y pasión sus alrededores, pues tiene una capacidad máxima de 52 mil personas, suficientes para fundirse en un solo canto y levantar la voz para que todo el mundo escuche el típico “Goya”.
La UNAM como institución y Ciudad Universitaria como recinto, forman parte del día a día de los miles de mexicanos que diario acuden, estudian, pasan o deambulan por aquí. Más que la formación académica, la Universidad te ofrece la oportunidad de adentrarte en su historia, su cultura, su arte y sus expresiones de todo tipo. Te invito a que la visites, te dejes enamorar y admires su belleza, pero sobre todo, ayudes a cuidar y preservar este espacio único en México y en el mundo.
Tip Viajero: Si quieres conocer la Universidad Autónoma de México pero vives en otro país o ciudad, no olvides que gracias a la tecnología ya puedes visitarla de forma virtual mediante Google Maps en la opción Street View. ¡Nos leemos!.
Sobre la autora:
Maru White. Soy comunicóloga, blogger y fanática del cine. Amo viajar, comer y conocer lugares y gente nuevos. En mi blog “Viajera en Acción” podrás conocer más sobre los sitios más bonitos de México y de otros puntos a donde he tenido el privilegio de viajar, desde una perspectiva fresca y personal. ¡Gracias por leerme!
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