Recorrer México es sinónimo de paseo gastronómico, cada sitio tiene un platillo delicioso que probar, entre ellos el “Pozole, el platillo típico para el 15 de septiembre“.
Las delicias de la cocina mexicana son pieza fundamental de la identidad cultural del país y, como tal, tiene mucho valor no solo para sus habitantes, que tienen la ventaja de degustarla a diario, sino también por millones de turistas que visitan sus tierras y se enamoran de los sabores de México.
Cada sitio que conoces tiene uno o varios platillos destacados; ir al mercado del lugar que visitas es una de las actividades recomendadas para tu lista de cosas que debes hacer en el destino, todos, indicios de lo imperdible del arte culinario mexicano.
Por si no lo sabías, en el año 2010, la cocina tradicional mexicana recibió su galardón como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, un premio a la labor de tantos años de tradición.
Entre los platillos destacados tenemos los tacos, los tamales, unos chiles en nogada, el mole y por supuesto, el pozole, delicias que debes degustar apenas tengas oportunidad…
Aquí te contamos por qué el pozole es un manjar…
Pozole, origen y valor patriótico
La historia del pozole no es tan agradable como sentarse a comerlo, pero puede ser interesante conocerla.
Pozole es una palabra que proviene del náhuatl pozolli, de tlapozonalli, que significa espumoso; se cree que se llamó así por la consistencia espumosa que se aprecia cuando se realiza la cocción de los granos de maíz cacahuazintle para su preparación.
Este platillo formaba parte de las recetas de la cocina prehispánica que, según testimonios de los frailes españoles de esa época, tenía como ingrediente carne humana proveniente de aquellas personas que eran sacrificadas.
Otra versión indica que la carne que usaban era de xoloitzcuintle, perros criados para ser utilizados en la cocina.
Igualmente, este platillo era un menú reservado para unos pocos, sólo lo comía Moctezuma y un grupo selecto.
Con la evangelización se reemplaza la carne humana por la de cerdo, que se decía que sabe igual.
Aunque controversial en su origen, este platillo sobrevivió a los años y se convirtió en uno de los favoritos de los mexicanos y es el elegido para estar presente en los festejos patrios del 15 de Septiembre.
Como sabemos, llega septiembre y las banderas mexicanas adornan cada rincón del país, todo indica que es momento de preparar los hogares para el gran día, una celebración de mucho significado y patriotismo para todo el pueblo mexicano.
El 15 de septiembre gran parte de los hogares en México eligen el pozole como el platillo principal que acompañará la celebración de la noche, cuando toda la familia se reúne y espera “El Grito” en conmemoración del Grito de Dolores de 1810, cuando el cura Miguel Hidalgo convocó a sus feligreses a alzarse en armas, iniciando la gesta independentista.
¿Qué es y cómo se prepara el Pozole?
El pozole es una especie de caldo o sopa de maíz con carne de cerdo o pollo deshebrado, al que se le agregan otras verduras como cebolla, lechuga y rábanos; esta se podría decir que es una definición simple.
Los ingredientes principales son el maíz cacahuazintle o maíz pozolero, carne de cerdo (carne de cabeza de puerco, es el clásico) o pollo, cebolla, ajo, sal, agua. El resto de los ingredientes dependerá de la región, que define si es pozole rojo, blanco o verde o de algún otro tipo.
Todos, o casi todos, los pozoles se coronan con lechuga, cebolla y gotitas de limón.
Si tú intención es preparar un pozole, la mejor idea que puedes tener es pedir asesoría de un mexicano que ya lo haya hecho, y según sea su origen, van a ser las indicaciones.
Clases de Pozole
Las variedades de pozole son muchas y dependerá no solo del color, también de la región y ni qué decir de las diferencias según la mano de quién lo realiza.
En líneas generales vamos a mencionar algunos tipos de pozole que puedes probar:
Pozole Blanco
Su preparación es de forma “natural”, lo que le da opción a quien lo va a comer, de elegir cómo le gusta acompañar su pozole, según el tipo de salsa preferida.
Hay varias recetas, en Colima le ponen ingredientes como oreja, cachete, chamorro, cueritos y huesos de cerdo; en Puebla lo hacen con pollo.
Otra variante es la de Acapulco y Oaxaca, donde se le suma sardina en lata para acompañar.
Pozole Rojo
Este pozole tiene entre sus ingredientes el chile ancho y el chile guajillo, asimismo, puede ser con carne de cerdo o pollo, incluso hay quienes agregan pavo. Se cree que es originario del estado de Jalisco.
Por otro lado, tenemos el pozole de Aguascalientes y el Bajío, que se consume con chile marisol.
Pozole Verde
Originario del estado de Guerrero, la receta de este tipo de pozole incluye, además del maíz y la carne de cerdo, un preparado con tomates verdes, epazote y pepita de calabaza, que le dan la tonalidad.
Otro dato sobre este platillo indica que hay quienes le agregan chicharrón de puerco y aguacate para acompañar.
Otros tipos de Pozole
Con mariscos
Aunque el pozole original lleva carne de cerdo, hay quienes eligen innovar y probar nuevas recetas y por eso surge otra rica alternativa de pozole, el de mariscos.
Lo encuentras en las costas de Colima, Jalisco y Nayarit, y tiene como principal ingrediente el caldo de camarón, con una preparación que incluye manteca de puerco, y al final se le agrega camarón, pescado, pulpo y callo de almeja.
Pozol de Yucatán
El pozol, como se le llama en esta región al sureste del país, tiene una preparación diferente y se come frío.
Comienza deshaciendo la mazorca que se unifica con el caldo; luego, los granos se tienen que nixtamalizar, para después ser molidos y hechos masa.
Una vez que se tiene la masa lista, se le suele agregar miel, chocolate, coco, si lo quieres dulce o puedes optar por agregar chile habanero si te gusta su versión salada.
Vegetariano
En estos tiempos donde es tan común la alimentación sin carne, una opción para los vegetarianos era muy necesaria.
Este pozole también es muy sabroso y está elaborado con champiñones y setas que son los ingredientes principales del caldo junto con hojas de laurel, ajos, cebolla, chile guajillo, que luego se suman al maíz y se complementa con otras verduras.
Sumamos otros, pozole de jabalí, pozole seco, pozole de frijol o de camagua, pozole batido, pozole de trigo o de garbanzo, entre otras opciones.